A raíz de la pandemia y con la avalancha de pacientes críticos por COVID, se ha puesto en evidencia la carencia del fisioterapeuta en nuestro sistema sanitario y su papel fundamental en la recuperación funcional y respiratoria de los enfermos.
El papel del fisioterapeuta en la UCI se ha potenciado con la aparición del COVID-19 de modo que en este momento, en muchos hospitales, son componentes del equipo y aportan el conocimiento, no solo en la recuperación sino también en la toma de algunas decisiones.
El tratamiento que ofrece el fisioterapeuta en la UCI , al tratarse de un enfermo crítico, es totalmente distinto al que se realiza en planta o centros especializados. Si la intervención del fisioterapeuta, dentro del complejo trabajo interdisciplinar, se empieza desde la UCI, el paciente tiene la posibilidad de recuperarse antes.
La intervención del fisioterapeuta en enfermos de COVID, en muchos casos, reduce el tiempo de ventilación mecánica, disminuye el riesgo de reintubación y puede evitar intubaciones.
La fisioterapia respiratoria es fundamental para los pacientes críticos. Al presentaren debilidad de la musculatura respiratoria, puede retrasar la retirada del soporte respiratorio o hacer que fracase la extubación y el manejo de las secreciones. La vuelta a la normalidad requiere superar esta fase con la ayuda de un fisioterapeuta.
En definitiva, la fisioterapia no solo es necesaria para acelerar la recuperación de los pacientes, estimularlos y motivarlos sino, en muchos casos, para garantizar su supervivencia.