La tendinitis del tendón de Aquiles ocurre cuando la demanda sobre el tendón es mayor que su capacidad de funcionar.
El tendón de Aquiles conecta los músculos de la pantorrilla con el calcáneo (hueso del talón). Juntos ayudan a levantar el talón del suelo cuando uno se para en las puntas de los pies, además cuando camina, corre y salta.
Esta lesión es más frecuente en las mujeres; la edad de desgaste es a partir de los 30 años ya que se empieza a degenerar el tendón, o por usar tacones altos haciendo que se tense mucho el tendón, también se presentan por ser “deportistas de fin de semana” es decir, no ser constantes en la práctica de alguna actividad deportiva.
Causas de las lesiones del tendón de Aquiles:
- Exceso y sobre uso de extensión del tendón.
- Practicar deporte sólo de vez en cuando.
- Rotación excesiva del pie hacia adentro (pronación).
- Traumatismos.
- Uso de un mal calzado y/o no adecuado.
Síntomas de lesiones en el tendón de Aquiles:
- Hinchazón en el lugar de la inflamación.
- No poder flexionar el pie (el pie no puede estirarse o llevarse hacia atrás).
- Dificultad al caminar.
- Dolor.
- Dificultad para ponerse de puntillas.
- Sensación de rotura.
Tratamiento de fisioterapia:
El tratamiento se basa en masajes, terapia de ultrasonido, ejercicios isométricos, de estiramientos y fortalecimiento.
Con los ejercicios que te indicará el fisioterapeuta, la recuperación será progresiva y te ayudará a usar y a mover tu cuerpo correctamente, evitando así otras lesiones y/o empeoramiento de la misma.
Las técnicas de auto-estiramiento y terapia manual aplicadas a la parte inferior del cuerpo te ayudarán a restaurar y normalizar los movimientos del pie, tobillo, rodilla y cadera.
Si se permanece sin tratamiento, el dolor persistirá y puede resultar en un desgarro completo del tendón de Aquiles, que a menudo requiere de cirugía y posterior fisioterapia para repararse.