El método Pilates es un sistema de acondicionamiento físico que ideó Joseph Pilates a principios del S.XX con la finalidad de mantener en buen estado físico a los prisioneros del campo de concentración en el que estuvo recluido durante buena parte de la primera guerra mundial. En 1923 se trasladó a Estados Unidos donde se hizo famoso entre coreógrafos y bailarines.
En la practica del pilates podemos encontrar cerca de 500 ejercicios relacionados al trabajo de la musculatura encargada del control postural, localizada en la columna vertebral, pelvis, abdomen y hombros, zonas propias de alteraciones posturales y sobrecarga.
Por lo tanto, desde un principio, Pilates y fisioterapia mantienen una estrecha conexión. Incluso podría decirse que, ya en su origen, esta practica deportiva era un complemento a los diversos tratamientos.
Los beneficios destacados por los fisioterapeutas :
- Prevención y recuperación de las lesiones.
- Descenso del dolor de espalda.
- Fortalecimiento de la musculatura a nivel general.
- Mejora la circulación sanguínea.
- Aumenta la agilidad, el equilibrio y mejora la coordinación.
- Favorece la corrección postural.
- Mejora la concentración y el estado de animo, favoreciendo el conocimiento de uno mismo y la conexión mente-cuerpo.
¿Cómo se complementan Pilates y fisioterapia?
Desde el punto de vista de la fisioterapia, el pilates es un instrumento muy útil y beneficioso en los programas de tratamiento ya que permiten su potenciación acelerando los procesos de recuperación.
Este método trabaja ejercitando el cuerpo de manera global, actuando en lesiones del aparato locomotor, enfermedades respiratorias o cardiovasculares.
También actúa en dolencias o secuelas tras patologías neurológicas, casos de cervicalgias, dorsalgias, lumbalgias, pacientes geriátricos… Así también como durante el embarazo.
¿Pilates de suelo o con máquinas?
Estas son dos maneras distintas de practicar esta disciplina, pero las dos respetan los principios y los resultados previamente mencionados.