Existen dos tipos básicos de dolor, el agudo y crónico, los cuales existen importantes diferencias.
Dolor agudo: predominantemente un síntoma o manifestación de lesión tisular (lesiones de la piel como corte, contusión o quemadura).
Dolor crónico: es una enfermedad en si mismo. Persiste durante un período de tiempo superior a los tres meses. Suele causar importantes problemas a los pacientes ya que repercute de forma negativa sobre su calidad de vida. La frecuencia de este dolor en la población adulta en España es muy elevada.
Posturas estáticas o dinámicas inadecuadas de nuestra vida diaria, sobretodo en el trabajo:
Estas posturas hacen con que nuestro cuerpo envíe señales dolorosas causando un espasmo muscular adicionando retracción fascial. Pasado el tiempo pueden llegar a causar puntos gatillos y compensaciones posturales para adaptar la estructura a un nuevo punto al cual funcionalmente no duele pero biomecánicamente sabemos que no es correcto y que a futuro causaran lesiones articulares-óseas empeorando cada vez más el dolor.
Causas frecuentes del dolor crónico: el dolor articular (artritis y artrosis), lumbar y cervical, muscular, oncológico con afectación musculoesquelética, por lesión nerviosa, de origen vascular, el crónico visceral, etc…
¿Como puede ayudar el fisioterapeuta en estos casos?
- Manipulación de los tejidos blandos del cuerpo;
- Estimulación vibratoria;
- Movilizaciones articulares;
- Programas de ejercicios físicos;
- Radiofrecuencia;
- Relajación;
Si sufres algún tipo de dolor crónico, consulta con uno de nuestros fisioterapeutas, le podemos ayudar a recuperar su bienestar.