Fascitis Plantar
En verano deseamos decir adiós a los calzados cerrados. Nos apetecen las sandalias, chanclas, bailarinas…todo lo que nos dé frescor y un aparente descanso. Pero, ¿estos calzados son inofensivos para nuestra salud?
La verdad es que no. El uso continuado de las chanclas nos puede ocasionar diversas molestias ya que además de no aportaren estabilidad a la marcha no absorben los impactos. El pie y el tobillo realizan un sobreesfuerzo al caminar desencadenando una dolencia muy común: la fascitis plantar.
¿Qué es la fascitis plantar?
La fascitis es una inflamación de la fascia plantar. Esta está formada por un tejido fibroso en forma de lámina, que se extiende desde el hueso que forma el talón hasta los dedos. Estas estructuras desarrollan una función biomecánica que ayudan a la musculatura a mantener el arco plantar y transmitir la energía durante el movimiento a la musculatura del miembro inferior.
Los dolores más comunes ocasionados por la fascitis plantar son los de rodilla, espalda y cadera. Se suele corregir con una combinación de masaje deportivo y ejercicios diarios.
Si notas un dolor en la planta del pie, en muchos casos debajo del talón extendiéndose hasta la base de los dedos, puede que tengas una inflamación en la zona. El dolor suele ser más intenso por las mañanas al levantarse y después de estar un largo tiempo sentado. Además, se puede notar si hacemos caminatas o estamos mucho rato en pie.
En nuestra vida cotidiana pasamos muchas horas con calzado cerrado. Recomendamos los que tengan una buena suela de goma para absorber el impacto del cuerpo al caminar, que sean anatómicos y que estén bien sujetos al pie, sea mediante cordones o velcro.
Si notas molestias en el pie, acércate a tu fisioterapeuta para una valoración de la musculatura antes de llegar a provocar una lesión grave.
Estamos al lado de Aravaca: Pozuelo de Alarcón.