Se acabó el verano. Asúmelo, hay que volver a trabajar.
Da pereceza, crea irritabilidad, insomnio, fatiga, dolores de cabeza, depresión, problemas de concentración….todos esos síntomas y alguno más forman lo que se llama el síndrome postvacacional.
¿Qué podemos hacer para evitarlo?
Lo primero es darnos cuenta que es debido a una falta de adaptación biológica. Al cuerpo le cuesta volver a acogerse a la rutina, los horarios y los deberes del día a día.
Aquí os dejamos algunos consejos para reducir el impacto de este síndrome:
- Divide las vacaciones. El periodo es mayor si hemos estado un mes fuera. Es mejor realizar periodos vacacionales más cortos, y así tener más. Reparte las vacaciones.
- Regresar de vacaciones unos días antes, para poder adaptarse poco a poco.
- Vuelve a recuperar los horarios de manera paulatina. Por ejemplo empieza a volver a acostarte más temprano, a levantarte antes también….
- Respeta los horarios de sueño de 7 y 8 horas.
- No vuelvas un lunes. Si vueles a trabajar a mediados de semana, el fin de semana llega antes.
- Ir recuperando las rutinas también de manera gradual.
- En tu trabajo dedica los primeros días a organizar las tareas de los días siguientes. No empieces con máximo estrés el primer día.
- Si dispones de algún objeto que te recuerde a tus vacaciones, tenlo cerca en tu lugar de trabajo.
- Al finalizar la jornada laboral, dedica tiempo a tu familia, a los amigos, a sacar a los animales o a aficiones que tengas y te distraigan. Haz actividades que te hagan olvidar el trabajo.
- Aprende a relajarte, controla la respiración o aprende técnicas de relajación.
- Afronta tu trabajo con ilusión. Si te gusta lo que haces, no necesitas vacaciones.
- Haz deporte. El deporte hará que gastes energía, que segregues endorfinas y, en resumen, te hará más feliz. Contrarestando así el efecto de este síndrome.
- Busca motivaciones e incluso prepara salidas los fines de semana. No te irás quince días, pero todavía puedes hacerte pequeñas escapadas. Prepararlas genera ilusión y nos hace olvidar la adaptación al trabajo.
- Si tienes molestias o dolores al realizar tu labor profesional o tu vida diaria, acude a un fisio. Sólo faltaba tener que añadir dolor a la vuelta de vacaciones. No hay por qué sufrir dolor.
Y tómatelo con calma, las siguientes vacaciones llegan pronto.