Estamos en plena época de toses: por alergias, costipados, asmas, bronquitis etc. Ya hemos hablado en otras ocasiones de lo eficaz que es la fisioterapia respiratoria para estos casos. Tanto que los muchos hospitales tienen departamentos para ello, y cada vez más centros de salud. Porque reduce la hospitalización por estas causas.
Pero, ¿en qué consiste este método y qué técnicas usa para que respiremos mejor?
La Fisioterapia Respiratoria tiene como objetivos prevenir, tratar y mejorar los síntomas de las disfunciones y alteraciones respiratorias. Para ello dispone de una serie de técnicas de diagnóstico funcional del sistema respiratorio, una serie de técnicas para desobstruir las vías respiratorias, y una serie de técnicas para ejercitar los músculos respiratorios y mejorar los hábitos respiratorios.
Mucha gente se pregunta, ¿en qué consisten estas técnicas? ¿Realmente son eficaces? La eficacia está demostrada sobradamente, y reconocido por los médicos a nivel mundial. Os dejamos algunos ejemplos de técnicas para que entendáis cómo funciona el proceso.
- Drenaje postural. El fisioterapeuta intenta, poniendo al paciente en las posiciones adecuadas, que se drenen los pulmones de secreciones y las expulse. Trabaja con cada pulmón de manera separada y usa la gravedad, ondas de choque, variaciones de flujo aéreo etc…para ello.
- Educación de la tos: Se enseña al paciente cómo «toser mejor». Por ejemplo realizándola en dos o tres tiempos. También educando la postura al toser. Tos provocada y dirigida.
- Ejercicios respiratorios: Para enseñar al paciente a ventilar mejor, a reducir el esfuerzo y oxigenarse mejor.
Por ejemplo:
-Respiración diafragmática.
-Espirometría incentivada.
– Respiración con labios fruncidos.
-Expansión pulmonar. - Vibración y percusión torácica: el uso de ambas ayuda en el drenaje de secreciones, especialmente las adheridas. El primero se hace mediante cambios de velocidad en la respiración, el segundo con golpeos con las manos huecas.
- Kinesioterapia respiratoria: ayuda a prevenir y corregir la obstrucción de los bronquios, y las alteraciones óseas y musculares.
- Compresión torácica de alta frecuencia con chaquetilla hinchable.
- Uso del flutter. Un dispositivo forma de pipa que habréis visto, que contiene una bola (normalmente de acero). La bola interrumpe momentáneamente el flujo respiratorio durante el ejercicio. Es fácil de usar, pero su uso sin control puede producir hipocapnia sintomática.
- Drenaje autógeno
- Huffing. Una técnica de espiación forzada.
Con esto (y muchas otras) podemos hacernos una idea de lo complejo de la fisioterapia respiratoria y cómo puede ayudarnos cuando sufrimos de procesos respiratorios.