Comienza la Semana Santa, y durante estas fiestas, muchos van a someter a su cuerpo a cargas excesivas y van a mantener posturas forzadas durante mucho tiempo. Tanto costaleros de las hermandades, como público que va a estar de pie horas y horas esperando y viendo las procesiones.
En estos días es cuando los colegios de fisioterapeutas de las distintas comunidades hacen campaña para hacer comprender a la población la importancia de acudir a profesionales antes y después de las procesiones para poder acudir a ellas preparados, recuperarse y disfrutar de la Semana Santa sin dolor ni lesiones. Hasta tal punto que, ya desde hace años, se ponen en las distintas ciudades los llamados Puntos o Centros de Atención al Costalero. Centros que ejercen una gran labor de prevención para evitar lesiones debidas al esfuerzo prolongado de esta actividad.
Porque los costaleros son atletas eventuales, y deben preparase y cuidarse como lo harían estos.
Vamos a dejar unos consejos para todos los que vayáis a acudir o participar en las procesiones de Semana Santa.
Público en las procesiones:
- Protegerse del calor o del frío.
- Si es posible llevar sillas plegables para sentarse cuando se pueda. La espalda y los pies descansarán mejor.
- Si no es posible, descansar la espalda apoyándola en una pared.
- No estar mucho tiempo con los pies juntos. Es mejor alternar uno delante y otro detrás para repartir el peso.
- Llevar algo de bebida para estar bien hidratado.
- Llevar fruta por si sufrimos bajadas de azúcar.
Costaleros:
Las edades de más riesgo son los menores de 21 años y los mayores de 45. Obviamente también la gente que tenga una vida sedentaria, o un estado de salud no acorde con el esfuerzo, también son más propensas a sufrir lesiones con esta actividad. La aparición de lumbalgias, hernias, cervicalgias bajas, epicondilitis , problemas de rodilla y tobillo y roturas meniscales, entre otras, son las lesiones más comunes en este sector.
- Realizar calentamientos y estiramientos antes de la procesión.
- Colocarse correctamente las medidas protectoras.
- Andar con la cabeza erguida y la mirada al frente.
- Contraer el abdomen y los lumbares.
- El tronco erguido y la espalda recta.
- Pisar con toda la planta del pie.
- No flexionar del todo el codo ni la muñeca.
- Repartir el peso entre todos los porteadores.
- Si es posible, llevar zapatillas con amortiguación adecuada.
- Beber líquidos constantemente para evitar roturas fibrilares y deshidratación. Beber agua en pequeñas dosis.
- Realizar calentamientos y estiramientos después de salir a la procesión.
- Usar fajas o vendajes en las partes donde podamos sufrir lesiones.
- No parar de golpe, sino lentamente para enfriar el cuerpo con lentitud.
- Tratar molestias lo antes posible para que no vayan a más.
- Intentar descansar de forma horizontal adecuadamente para reducir las tensiones sobre la zona.
- Se puede usar calor, y masajear apropiadamente para liberar las contracturas que se ha generado durante el esfuerzo físico.