La neuralgia de Arnold es un dolor en la cabeza, desde la zona de la nuca hasta la parte posterior de la cabeza. Hoy os explicaremos su tratamiento con osteopatía, que puede aliviar mucho los síntomas.
La neuralgia de Arnold se conoce también como neuralgia occipital, ya que se produce por la inflamación del nervio occipital mayor o menor. Estos nervios son los responsables de las sensaciones en la parte posterior y superior de la cabeza.
Causas.
Esta inflamación aparece en muchas ocasiones tras un latigazo cervical debido a un traumatismo, como un accidente de coche o un golpe en la cabeza o nuca. También es común que aparezca por sobrecarga muscular debida a posiciones mantenidas en el tiempo (por actividades diarias como el trabajo). Otra causa es el endurecimiento de los tejidos y los músculos en el occipucio por arteriosclerosis u osteoartritis . El estrés es otro de los grandes causantes de la neuralgia occipital.
Otras razones pueden ser tumores, hernias, infecciones, diabetes…
Esta afección se confunde a veces con la migraña (u otros dolores de cabeza). La migraña puede producirla, al inflamar los nervios de la parte occipital. Pero esta es una dolencia distinta y requiere su diagnóstico y tratamiento especial.
Síntomas.
- Dolor en la parte posterior de la cabeza y la nuca, a veces hasta la zona frontal y detrás de las orejas. El dolor puede ser intenso, con momentos punzantes y de quemazón. Puede llegar incluso a producir adormecimiento de la parte trasera de la cabeza y sensación de hormigueo.
El dolor se produce al comprimirse el nervio occipital, por lo tanto se agrava al inclinar la cabeza o apoyarla en la almohada. La movilidad del cuello se ve reducida. - Dolor ocular y sensibilidad a la luz.
- Modificación de la sensibilidad en la región occipital de la cabeza.
Tratamiento.
La osteopatía es muy adecuada para tratar esta dolencia. Estas serían las áreas a tratar.
- Descompresión manual del nervio.
- Tratamiento del cuello: músculos y vértebras.
- Osteopatía craneal. Tratamiento del occipital y temporal.
Los estiramientos y el calor en la zona son algunas de las cosas que podemos hacer en casa para aliviar el dolor, aunque es muy aconsejable tratarlo con un profesional. Una o dos sesiones suelen ser suficientes para resolver el problema.
Después, es necesario, como siempre, encontrar la causa de la inflamación (estrés, traumatismo, postura…) y dar una solución para evitar que se repita.