El latigazo cervical es una lesión del cuello que a menudo es debida a choques producidos en el automóvil. Durante la colisión, la cabeza y el cuello sufren una hiperflexión e hiperextensión en su movimiento hacia delante y hacia atrás. La rapidez del golpe hace que el cuello no pueda protegerse correctamente.
En la hiperflexión ocurre una esguince cervical, y en la hiperextensión una lesión en la articulación facetaria de la columna cervical.
Los síntomas principales son un dolor intenso en el cuello y una reducción en la movilidad por la contractura muscular. También se pueden sufrir náuseas, mareos, vómitos, hormigueos o visión borrosa incluso varias horas después del accidente.
El diagnóstico se hace por una exploración, pero es muy aconsejable acudir al médico para realizar una radiografía y descartar fracturas. El doctor inmovilizará la zona con un collarín y nos dará medicinas para reducir el dolor y la inflamación.
La terapia física es luego muy aconsejable para recuperarse correctamente de esta lesión. Es importante porque el dolor puede llegar a volverse crónico. Un buen tratamiento osteopático volverá a colocar las partes del cuello y la cabeza que se desplazaron durante el impacto. La manipulación puede descontracturar, facilitar el riego y tratar la inflamación y el dolor. Podemos también aplicar otros tratamientos como calor, frío, ultrasonidos, electroterapia…
Después, el especialista propondrá un tratamiento de rehabilitación para recuperar la movilidad que se tenía antes del golpe.