Las pacientes que han tenido la mala suerte de tener un cáncer de mama, y son operadas, saben que tienen después un alto riesgo de sufrir complicaciones como el Linfedema o (mucho menos probable) el síndrome de la cuerda axiliar.
El linfedema es una inflamación o edema que se produce tras el bloqueo del sistema linfático, en muchos casos debido a la destrucción de vasos linfáticos en la cirujía. Una de cada cuatro mujeres sometidas a una masectomía tendrá un linfedema, sobre todo en el primer año después de la operación o durante los 4 años siguientes. Es una patología crónica, sin cura, pero en la que la fisioterapia ayuda MUCHO como tratamiento, alivio y control de su progresión.
Los síntomas son hinchazón del brazo, sensaciones de tirantez o pesadez, falta de movilidad, edemas, infecciones repetidas, dolor en las articulaciones…
Una vez detectada la afección, el tratamiento con fisioterapia ayuda a evitar su progreso, disminuir los síntomas antes mencionados, disminuir el volumen del linfedema y reducir la posibilidad de complicaciones.
Los tratamientos son varios: presoterapia, compresión externa, drenaje manual, vendajes compresivos y ejercicios como los del vídeo que os dejamos.
Como siempre, es importante consultar con tu fisioterapeuta y, en este caso, un tratamiento precoz es mucho más efectivo. Recomendamos a las que ha sufrido un cáncer de mama que acudan a su fisio en cuanto vean síntomas de hinchazón o edemas para que sigan el tratamiento indicado.