Síntomas y tratamiento del acortamiento del psoas iliaco

Como prometimos hace unos días, hoy vamos a hablar de los síntomas y el tratamiento del acortamiento del psoas ilíaco. Ya mencionamos que es una de las lesiones más frecuentes en ciertos deportistas como corredores o ciclistas, pero también en personas con hábitos sedentarios.

Síntomas:

Si sufres esta lesión notarás un dolor lumbar, en la ingle o en la parte anterior del muslo. Dolor que se verá aumentado por el ejercicio, la actividad diaria o al estar de pie, y se aliviará al estar tumbado boca arriba con los pies apoyados o las piernas flexionadas.

Causas:

Ya las describimos en el artículo anterior. Las causas de la lesión del psoas pueden ser varias:

• Traumatismos debidos a sobrecargas por golpes o caídas.
• Movimientos o estiramientos bruscos en ciertos deportes.
• Entrenamiento más fuerte de lo habitual en actividades en las que no estemos entrenados (ciclismo, triatlón…).
• Mal estiramiento en ciertas prácticas deportivas como el yoga, pilates etc.
• Entrenamientos excesivos en prácticas que implican la flexión de la cadera.
• Personas sentadas en sillas bajas, ciclistas que van muy inclinados hacia delante, conductores que conducen inclinados hacia delante.
• Dismetría pélvica por anteriorización del hueso iliaco derecho
• Factores como mal calzado, terreno inapropiado, acortamiento de extremidades, peso, edad…
• Tratamiento inadecuado de una lumbalgia previa.

Tratamiento:

Si ya tenemos la lesión se debe tratar con Fisioterapia u Osteopatía para, primero disminuir y eliminar el dolor, y segundo aumentar la movilidad de la zona.

Además, es importante estirar este músculo para reducir el acortamiento y recuperar la elasticidad. Como ejemplos de estiramientos os dejamos estos vídeos:

 

También se pueden usar pelotas o rodillos para relajar el psoas:

Activación:

Es bueno tener el músculo lo más fortalecido posible, pero el problema que tiene el psoas es que podemos caer fácilmente en ejercicios excesivos que dañen la columna. Ejercicios (de forma moderada) como los fondos en suelo o la plancha abdominal, fortalecen el psoas. También un ejercicio tan sencillo como sentarse en una silla con las piernas flexionadas y elevar las rodillas. Si queremos algo más de trabajo podemos presionar la rodilla a elevar para dar algo de resistencia.